Texto de Lior Galili | El nuevo edificio de la clínica de Nof-Yam es una instalación pública de dos plantas construida para Clalit, el principal proveedor nacional de servicios sanitarios de Israel. Situado entre el mar y una importante autopista, el edificio funciona como un ancla de estabilidad y solidaridad.

La organización de la planta baja establece el carácter estable y armonioso del edificio. Medio delimitada por columnas, medio envuelta por muros de hormigón, la planta baja, que incluye el aparcamiento y las zonas de recepción, presenta a los visitantes el carácter central del edificio: una dialéctica de luz y sombra, ligereza y solidez y, de forma más sutil, estructuras fijas y fluidas. Esta dialéctica es evidente en los tres pares de columnas del espacio exterior; cada uno contiene una esbelta columna circular seguida de un soporte vertical alargado y macizo, pero juguetón. Su dualidad crea una evocadora resonancia entre la solidez y la solidaridad, sugiriendo que el propio edificio almacena una gracia que está a disposición de quienes la necesitan.

Manteniendo esta misma cualidad poética, la fachada -que a primera vista no evoca más que una presencia masiva de hormigón- reduce elegantemente la pesadez del edificio introduciendo lamas de aluminio brillantes en las paredes blancas. Las lamas están dispuestas como una serie de miembros verticales hechos a medida -cada uno con su propio perfil- que crean una sensación de movimiento tierno, casi intangible, frente a la tranquila calma del cubo blanco.

Este efecto, en gran medida, también afecta a la experiencia del visitante en la entrada. Diseñada para complementar el ritmo de las escaleras y rampas, la sombra proyectada por las lamas en los suelos de la clínica produce una zona envolvente de ensueño que enmarca las principales zonas de circulación y proporciona un telón de fondo perfecto para el movimiento de los sujetos a través del espacio. Es como si subir o bajar la escalera de la clínica permitiera participar en una coreografía holística de sombras, luces y flujos humanos.

Este juego espacial, suave y elegantemente orquestado, se ajusta perfectamente al programa y al contexto temporal del edificio. Construida en 2021, durante la peor pandemia mundial de nuestro tiempo, la nueva clínica se construyó en respuesta a la creciente necesidad de servicios sanitarios. En una época como ésta, en la que la experiencia del mundo de todos es tan incierta, la oportunidad de entrar en un centro público que funcione como una envoltura estable, tierna y empática es una verdadera necesidad.



